La fascitis plantar es una inflamación de la fascia, una estructura que se encuentra bajo la piel de la planta del pie. Su síntoma principal es el dolor en el talón (talalgia) y en la zona media del pie. Además, al pasar tus dedos por ellas y ejercer una ligera presión, la notarás dura (como una cuerda de guitarra) y será doloroso.
Esta dolencia puede aparecer por diversos motivos: el uso repetido aumentado, microtraumas, calzado inadecuado, etc. Su diagnóstico puede ser clínico, mediante la exploración por parte de podólogo; con ecografía, donde se observará un engrosamiento de esta o incluso cambios en la estructura o por medio de resonancia magnética nuclear.
El tratamiento será, en primer lugar, conservador. De este modo la dolencia se corregirá mediante el uso de plantillas y estiramientos. Si no mejora, se pueden realizar tratamientos más agresivos, como la infiltración de corticoides, plasma rico en plaquetas, punción seca o electrolisis percutánea intratisular (EPI). En caso de que no se resuelva con estas medidas se pueden realizar intervenciones quirúrgicas destinadas a alargar la fascia.