En muchas ocasiones hemos oído hablar de pie plano infantil. De conocidos que, de pequeños, llevaban plantillas, pero siendo mayores ya no las necesitan.
El pie del niño está en constante evolución. Cualquier cambio al que lo sometamos se verá reflejado en un futuro. Gracias a esto, tratando algunas patologías de pequeño podemos evitar que vayan a más con el paso de los años. Algo que ocurre con el pie plano laxo infantil.
El pie plano infantil se caracteriza por ser laxo. Es decir, los ligamentos no son tan competentes como en el adulto y, por tanto, la morfología del pie será aplanada. El uso de plantillas en la infancia tiene como objetivo aumentar la rigidez del pie. Así, cuando crezca este segmento se comportará, biomecánicamente hablando, de una manera más eficiente, con lo que dejaremos a un lado gran parte de las patologías que puede presentar el pie.
Pero ¿es siempre necesario poner plantillas a un niño con pie plano?
La respuesta a esta pregunta es tajante: NO, no siempre es necesario poner plantillas. Durante una época de la infancia el pie plano es completamente fisiológico, es lo normal. Poco a poco, conforme en niño crezca y empiece a usar esta extremidad de manera adecuada, el arco se empezará a formar. Para recomendar el uso de plantillas, el pie tiene que tener cierto grado de afectación, momento en el que ya no se considera fisiológico, y será entonces cuando la prescripción de un tratamiento será pertinente.
Es aconsejable que un profesional cualificado valore al niño para comprobar que todos los cambios de su pie están ocurriendo en el momento indicado y de manera acorde a su edad. También es recomendable que lo valore un especialista si notamos que el niño es torpe, se cae mucho o camina de forma extraña.