Hoy en día es complicado que la gente comprenda que no hay que tener prisa por adelgazar. Existe tanto mito, tanta dieta milagro y tanta habladuría con respecto al tema que es difícil entender que todo eso no sirve de nada. Piénsalo. Si fuese efectivo de verdad, no tendríamos este problema para adelgazar, ¿no?
Lo primero que hay que saber es que tenemos una cosa que se llama composición corporal. Está formada por nuestra masa magra, masa grasa y agua corporal. La masa grasa indica el porcentaje de grasa que determina si una persona tiene o no necesidad de adelgazar. Además, está directamente relacionada con problemas de colesterol, hipertensión, accidente cardiovascular... La masa magra hace referencia a los órganos y los músculos. Dependiendo de la actividad física de la persona será más o menos alta y no deberíamos perderla. El agua corporal es un dato que tan pronto sube como baja, sobre todo en el caso de las mujeres por temas hormonales.
En conclusión, para ser una persona sana hay que tener un porcentaje de grasa saludable, un porcentaje de masa muscular marcado en normopeso y un porcentaje de agua corporal normal. Todo esto se consigue a través de la educación nutricional.
Adelgazar tanto por una cuestión estética como por una cuestión de salud, se consigue a través de una dieta hipocalórica basada en la dieta Mediterránea. Es decir, hay que comer absolutamente de todo, sin quitar ningún grupo de alimentos. Cuanto más variada y sana sea nuestra dieta mejor vamos a adelgazar, mejor nos vamos a sentir y mejor estaremos. Todas esas dietas milagro, no implican un estilo de vida saludable, ni a una pérdida de volumen o grasa exitosa, al contrario, serán un fracaso.