Si eres corredor seguro que conoces el core, un concepto que significa núcleo. El core engloba la región abdominal, lumbar y glútea entre otras, y es capaz de aportarnos estabilidad, protección control de la postura… Para conseguir estos beneficios es importante mantenerlo en unas condiciones óptimas, lo que ayudará a prevenir lesiones.
En el pie encontramos gran número de pequeños músculos, que ayudan a que podamos andar, correr e incluso estar de pie. Pero no solo hay músculos, también huesos, articulaciones, tendones y ligamentos que conforman la obra de ingeniería que es el pie humano.
Para poder realizar una amortiguación de las cargas cuando realizamos ejercicios como la carrera, el pie debe ser capaz de absorber los impactos, aumentando su laxitud, y de producir el impulso que nos hace poder trasladarnos. Todos estos cambios junto con otros muchos los realiza la musculatura que encontramos dentro del pie, lo que actualmente se denomina Foot Core, y que en los entrenamientos más efectivos ya se está ejercitando.
Con el entrenamiento de estos pequeños músculos conseguimos grandes resultados, como mejora de la resistencia y velocidad, mejora del equilibrio, mejora de la zancada y retraso de la fatiga.
Para mejorar la capacidad de estos músculos se pueden realizar una serie de sencillos ejercicios.
- Descalzo siéntate en una silla y pon una toalla en el suelo bajo tus pies. El objetivo será ir arrugando la toalla empleando para ello solo los dedos.
- Sentado o de pie, pero siempre descalzo, intenta elevar el arco del pie, es decir, hacerlo más pronunciado, pero sin separar los dedos del suelo.
- De pie, inclínate hacia delante, pero debes hacerlo en bloque, solo permitiendo que se mueva la articulación del tobillo, la cadera y la espalda deben permanecer rectas.
Con estos ejercicios puedes fortalecer el pie y mejorar tu rendimiento.