Hemos comenzado un mes de junio atípico debido al COVID-19. Desde marzo nuestra movilidad se ha visto restringida y, como indicamos en entradas anteriores, eso ha afectado a nuestro peso corporal. La falta de movilidad y la ingesta de alimentos no habituales en nuestra dieta habitual, han sido causas fundamentales en el incremento de peso que hayamos podido sufrir. Ahora que nuestra libertad se ve menos limitada debemos tener cuidado.
Tenemos muchas ganas de volver a disfrutar del aire libre –paseando o realizando deporte–, de la compañía de la familia y de los amigos, y cómo no, de la piscina y de la playa. Pero este año la famosa “operación bikini” viene con retraso. Si años anteriores adecuábamos nuestra dieta meses antes del verano, en esta ocasión no ha sido así. Como siempre os hemos recordado, la pérdida de peso no es un proceso que podamos dejar al albur de dietas milagros o soluciones poco fiables. Los nutricionistas son profesionales que os ayudan a adecuar vuestra dieta a las necesidades fisiológicas de vuestro cuerpo.
Las ganas de acudir a esos establecimientos de hostelería a los que hace tanto tiempo que no acudimos y consumir esos platos tan suculentos, y a veces poco nutritivos, no nos ayudan a conseguir nuestro propósito. Al igual que no podemos pretender empezar a hacer deporte y alcanzar marcas profesionales, tampoco podemos alcanzar el peso ideal en un tiempo mínimo, pues nuestra salud puede verse seriamente afectada.
La llegada del calor nos hace pensar en quitarnos ese sobrepeso pero debemos hacerlo con cabeza, siendo consciente de que será necesario reducir la ingesta de bebidas azucaradas o alcohólicas. Así como incrementar la de agua que, además de mantenernos perfectamente hidratados, nos ayudará a saciarnos. El aumento de temperatura es el momento ideal para tomar sopas frías como el gazpacho o el salmorejo, verduras, hortalizas en infinidad de variantes, así como fruta. Algunas, como la sandía, además de refrescarnos nos aportan unas vitaminas muy necesarias.
A pesar de estas recomendaciones, recuerda que siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un nutricionista para afrontar tu “operación bikini”. En Clínica Moncayo obtendrás una dieta personalizada atendiendo a las características de tu cuerpo. No dudes en preguntarnos.
Clínica Moncayo (Albacete) es una policlínica especializada en podología, fisioterapia y nutrición, cuyo objetivo es mejorar la vida y la salud de todos sus pacientes.